Autor: Ing. Agr. Rafael Olivella, Coordinador Técnico Regional Centro, Pampa Húmeda y Buenos Aires Sur.
En el cultivo de trigo como en el resto de los cultivos el número de granos por unidad de superficie es la variable que mayormente explica el rendimiento, y es el resultado de la tasa de crecimiento del mismo alrededor de floración (período crítico). Para que dicha tasa sea máxima, se requiere que las hojas intercepten más del 90-95% de la radiación y que la conviertan en biomasa con la mayor eficiencia posible. Para que esto suceda, se requiere ajustar varios parámetros; entre ellos es indispensable lograr una nutrición adecuada.
Funciones de los nutrientes e impactos ante posibles deficiencias
Cada nutriente cumple funciones específicas en el metabolismo de las plantas. El nitrógeno (N), fosforo (P) y azufre (S) son constituyentes esenciales de moléculas orgánicas. El potasio (K), siempre como ion, es osmoregulador y al igual que el magnesio (Mg), es activador enzimático. El calcio (Ca) cumple funciones primordialmente estructurales como estabilizador de membranas celulares. Los micronutrientes, por su parte, son constituyentes esenciales de varias enzimas.
En este marco, una de las principales funciones del N en las plantas es ser constituyente de la clorofila. Por ello, la deficiencia se manifiesta como una clorosis de las hojas, en particular en el estrato inferior de las plantas, debido a la alta movilidad que presenta el nutriente hacia hojas del estrato superior del canopeo. También las hojas de plantas deficientes de N muestran un menor crecimiento.
La deficiencia de P restringe el crecimiento y la división celular en mayor medida que la síntesis de clorofila, por lo que plantas deficientes adquieren, comúnmente, un color verde oscuro. Además, ante deficiencias severas de P, el color de las hojas puede tornarse púrpura por acumulación de antocianinas. Por otra parte, el menor crecimiento de la planta se puede manifestar con un menor número de macollos y raíces secundarias. Otro rasgo característico de la deficiencia del nutriente es que se demora el desarrollo del cultivo.
La deficiencia de K presenta crecimiento inicial desparejo y las hojas adquieren un tono verde oscuro con las puntas hacia abajo en estados juveniles. Luego, las hojas inferiores se vuelven cloróticas con márgenes y puntas necróticas. Las plantas manifiestan entrenudos cortos y tallos débiles, lo que le confiere mayor susceptibilidad al vuelco.
La clorosis internerval de hojas jóvenes es el síntoma característico de la deficiencia de zinc (Zn). Otra forma de evidenciar deficiencias de este micronutriente es un acortamiento de entrenudos, donde se observan plantas de bajo porte, lo cual se produce por la intervención de dicho nutriente en crecimiento vegetativo del mismo.
De modo general, la mayor eficiencia de uso del N aplicado se logra cuando la oferta coincide con la demanda del cultivo. Sin embargo, diversos factores (climáticos, operativos, etc.) condicionan el momento de fertilización. En este sentido, en la mayor parte de las regiones trigueras, la ocurrencia de precipitaciones durante estadios iniciales del cultivo determina el momento de aplicación de N por dos motivos: i) la deficiencia hídrica limita la incorporación del nutriente al suelo y ii) los excesos hídricos incrementan la probabilidad de que ocurran pérdidas, principalmente por lavado. La primera situación es frecuente en gran parte de la región triguera argentina, especialmente hacia el oeste y norte, por lo que las aplicaciones a la siembra han resultado en una eficiencia de uso del N igual o mayor que la de las aplicaciones al macollaje. Por el contrario, en el sudeste de Buenos Aires, las aplicaciones diferidas al macollaje han resultado en una mayor eficiencia de uso del N. En este contexto, Stoller propone mediante aplicaciones foliares el uso de Nitroplus 18 como complemento a la fertilización tradicional.
NITROPLUS 18 aporta nitrógeno amínico una forma de nitrógeno de rápida disponibilidad para la planta para formación de diversos compuestos orgánicos. La absorción de nitrógeno en la forma amínica y amoniacal es mayor que con fuentes tradicionales como Urea. Aquí la importancia técnica del aporte de fuentes aminicas como Nitroplus 18.
Sumado a esto Nitroplus 18, aporta Ca el cual es fundamental para funciones estructurales como estabilizador de membranas celulares.
En cuanto a micronutrientes, en la región pampeana se han reportado respuestas a boro en Alberti (Buenos Aires) (Klein, 2003). En la Red de Nutrición CREA Sur de Santa Fe, se observaron respuestas significativas a aplicaciones conjuntas B, Cu y Zn en 7 sitio-año de los 43 casos (sitios-año) evaluados con trigo entre 2000 y 2015.
Con la intensificación de la agricultura y rendimientos progresivamente más elevados, es altamente probable que se manifiesten con mayor frecuencia las deficiencias de estos nutrientes. Para poder realizar correcciones a estos micronutrientes desde Stoller contamos con productos diseñados como lo son STARTER PLUS Y MASTERMINS PLUS. Con estas herramientas podemos cubrir deficiencias y lograr altos rendimientos con aplicaciones foliares, buscando elevar el techo productivo y calidad de granos.
Desde Stoller, ofrecemos un programa de tecnología con una propuesta de valor integral que nos permite cubrir de manera eficiente las demandas de los cereales de invierno, aportando de esta manera un portafolio simple, con propuestas innovadoras y superadoras, pensando en que el productor tenga a disposición todas las herramientas para aumentar la eficiencia en el uso y la conversión, superándose en rendimiento y calidad.
Bibliografía Abbate P.A. 2015. Ecofisiología y manejo del cultivo de trigo. En: Divito G. y F.O. García (ed.). 2017. Manual del Cultivo de Trigo. Pp. 33-52. International Plant Nutrition Institute. Acassuso, Buenos Aires, Argentina. 224 p. ISBN 978-987-46277-3-5. http://lacs.ipni.net/ article/LACS-1320 Abbate P.A. y F.H. Andrade. 2015. Los nutrientes del suelo y la determinación del rendimiento de los cultivos de granos. Pp155-185. En: F.O. García y H.E. Echeverría (Eds.). Fertilidad de Suelos y Fertilización de Cultivos. 2ª ed. Editorial INTA, Buenos Aires, Argentina. Andrade, F.H. 1995. Analysis of growth and yield of maize, sunflower and soybean grown at Balcarce, Argentina. Field Crop Res., 41: 1-12. Barbazán M., A. Del Pino, J. Bordoli ,Bordoli, A. Califra, S. Mazzilli, O. Ernst. 2011. La problemática del K en Uruguay: situación actual y perspectiva de corto y mediano plazo. II Simposio Nacional de Agricultura de secano v1. P 21-33. Editorial Hemisferio Sur, Montevideo. Barbieri P.A., H.E. Echeverría y H.R. Sainz Rozas. 2009. Dosis óptima económica de nitrógeno en trigo según momento de fertilización en el sudeste bonaerense.