Por: Dr. Jorge Riveros, Especialista en Suelos, Riego, Fertirriego y Nutrición Vegetal aplicada.

El cambio climático y la viticultura 

Sabido es que el cambio climático (CC) disminuirá los recursos hídricos del planeta, a la vez, aumentará la temperatura, la evapotranspiración de los cultivos y las tormentas de granizo. 

El CC provocará un adelanto de los estadios fenológicos, mayor contenido de azúcar en bayas, menor acidez, vinos más alcohólicos, menor concentración de aromas y pérdidas de cosechas por incidencia de granizo. 

Para adaptarnos al mismo, es necesario modificar el manejo tradicional del viñedo y llevarlo a uno moderno y eficiente. 

Plantas más eficientes  

Es importante desarrollar un sistema radicular vigoroso, capaz de extraer eficientemente el agua del suelo. El mismo, se puede estudiar para obtener el patrón de enraizamiento y la profundidad de raíces.

La mayor eficiencia en la absorción del agua se logra dentro de un sistema de suelo vivo. En él deben convivir las raíces de distintas especies con macro y microorganismos. Un sistema radicular eficiente se logra en un suelo equilibrado. Es decir, 50% de sólidos, 25% de aire y 25% de agua. Cualquier cambio en las proporciones de fases provoca desequilibrios tales como anoxia, compactaciones o falta de agua. 

El sistema radicular se encuentra en un fino equilibrio con la parte aérea. La riqueza de poda es la principal causa de desequilibrio del mismo. 

El estrés por frío causado en primavera provoca disminución en la producción de auxinas. Esto genera pérdida de crecimiento vegetativo y radical en forma inmediata. 

El sombreamiento causado por la tela antigranizo disminuye la fotosíntesis. En estas condiciones baja disponibilidad de hidratos de carbono en raíz. 

El uso eficiente de tela antigranizo con sistema Grembiule constituye un eficaz sistema de defensa. Sin embargo, provoca sombreamiento en la planta. La alternativa a este sistema lo constituye la tela atada al medio. Este sistema logra tener la ventaja de defensa antigranizo y, a la vez, permite que la planta se exprese más libremente, favoreciendo la fotosíntesis. 

Uso eficiente del agua de riego 

Es necesario conocer el estanque de agua que tiene el suelo, el tiempo de riego y la evapotranspiración del cultivo. Con estos datos se establece una estrategia de riego. 

El control de agua se realiza con tecnología de medición de suelo y planta. El uso de sensores TDR, FDR y cámara de Schollander establecen parámetros autorizados. 

En este marco, hay dos pérdidas de agua que se pueden disminuir. Una es por evaporación y otra es por percolación profunda. 

Como conclusión, para optimizar la nutrición, debemos partir de un buen diagnóstico. Análisis de agua, suelo y foliares, constituyen las herramientas necesarias para conocer el estado inicial. El control nutricional se hace mediante análisis foliares.